Infiltrados
Alfredo Hernández Fuentes
Preguntaba en cierta ocasión un grupo de turistas que habíanarribado a Acapulco, respecto de cual autoridad sería la indicada para intervenir en su queja, toda vez que estando divirtiéndose en una de nuestras playas, un par de conspicuas vendedoras de ropa se les habían acercado para ofrecerles su mercancía y seguramenteles habrían robado algunas pertenencias y el poco dinero que tenían para su estancia; tal cosa con la agravante de que en el momento del suceso no encontraron ningún elemento de seguridad pública cercano, y los mismos meseros que los atendían se negaron a otorgarles el apoyo necesario para intentar detenerlas, pareciéndoles que ellos las conocían de alguna manera.
Este es un acre ejemplo de la realidad que abate la acariciadaalegría de algunos turistas de escasos recursos que de muy buena fe acuden a la playa para divertirse; un evento que las autoridades se afanan en señalar como esporádico, pero que resulta inmanente a esta tierra de nadie; un tipo de ilícito que según otros observadores es un fenómeno endémico, y que solamente en muy contadas ocasiones trasciende al conocimiento del común, con las subsecuentes peripecias que habrán de franquear cuando les quitan lo poco que tienen. Les quitan su escaso caudal económico que es el producto de los esfuerzos de familia, preservado en ocasiones por mucho tiempo para vacacionar aquí, para recrearse unos días, lo que para algunos representa en ocasiones, algo así como la concreción de las ilusiones de toda su vida. ¡Ah, venir a Acapulco, y ya!
Ahora bien, ante ese tipo de sucesos que jamás se investigan, y menos encuentran castigo, la ciudadanía pregunta: ¿A qué autoridad corresponde otorgar seguridad e información a los turistas en la zona federal de playa, qué dependencia es la que recauda las contraprestaciones por el otorgamiento de las concesiones, a qué nivel de gobierno corresponde la limpieza de las arenas y de los cauces fluviales, quién mantiene y explota las sillas y las sombrillas y en donde se aplican esos dineros, cuándo rehabilitarán las barredoras marinas que dicen que están averiadas y dónde están, quién coordina y sanciona a esos salvavidas que abandonan sus puntos de vigilancia, cuál es el cuerpo de seguridad que puede y debe patrullar las playas, qué oficina es la que autoriza a poner cercos en los accesos y en las mismas playas?.
Muchísimas interrogantes nacen de la visible inseguridad y la omisión en el cumplimiento de obligaciones, lo cual genera una problemática extensa, siendo incongruente con el acontecimientode que diversas dependencias de todos los niveles, encuentran su mejor justificación para existir y acreditar el uso de recursos en los proyectos de la zona federal de playa, ¿cómo cuánto y cuándo gastan los recursos presupuestados asignados? Solamente ellos lo saben, porque son datos perdidos de la glosa financiera de las distintas administraciones públicas; empero, nadie parece querer dar la cara y responsabilizarse cuando aparecen los problemas, los cuales se incuban en una zona perfectamente regulada y físicamente delimitada.
El ámbito de competencia de la zona federal marítima y la bahía de Acapulco, estructurado como respuesta a las fuertes demandas de la ciudadanía que han visto por muchísimo tiempo la aprobación de proyectos irregulares, ha roto con la armonía y las ventanas ecológicas sin que la sociedad organizada, y mucho menos el grueso de la población tuviera posibilidades de participar en las decisiones que se toman. Es de enfatizarse que todas lasdecisiones sobre la zona marítima y de playas son también de la absoluta competencia e interés prioritario de los acapulqueños, porque son la parte frontal de nuestra ciudad, porque esta zona es de todos nosotros y porque de esa zona nos sustentamos en el campo económico de alguna manera, directa o indirectamente.
Los acapulqueños repudiamos las decisiones de aquellosfuncionarios del poder central que llegan a “hacer la maleta” a Acapulco, enajenando nuestro patrimonio natural, y asimismo que tomen decisiones unilaterales simulando contar con el apoyo de la sociedad civil acapulqueña; si bien pudieran estar intentando legitimar sus acciones con las firmas de cómplices nativos esto no quiere decir que estén en lo correcto, porque son decisiones quefueron tomadas en base a necesidades artificiales y ajenas al sentir popular; recordemos que vivimos nuevos tiempos y modalidades que se aplican en la políticas públicas y, finalmente nada escapa al conocimiento del pueblo.
Reiteramos que todas aquellas acciones que se tomen respecto de la zona federal marítima deben necesariamente contar con el aval de la sociedad civil organizada, porque son la contraparte de los gobiernos autoritarios que deben transparentar las acciones de gobierno y, porque esto además debe operarse a través de comités o de consejos consultivos ya que las playas, sus aguas y arenas, las construcciones privadas, la infraestructura y su equipamiento urbanístico, de ninguna manera aceptamos que pueda seguirse conjuntando arbitrariamente como una serie de fragmentos inarmónicos en virtud de la personal desnaturalización que le confieren funcionarios golondrinos o de temporada.
Legitimar la explotación y el aprovechamiento de nuestros recursos naturales no es competencia de unos cuantos funcionarios de gobierno, es nuestra máxima prioridad y lo es, porque repercute en nuestro futuro y el de nuestros hijos cualquier decisión que se adopte, beneficiándonos o dañándonos a todos, por lo cual recalcamos que Acapulco no puede seguir estando secuestrado por funcionarios foráneos. Tenemos esperanza de que algo debe cambiar, porque es urgente que tengamos otro tipo de gobierno.
Correo: poracapulco@hotmail.com




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